Descripción
La figura de Thai Buddha de la protección fabricada en terracota y color azul cielo
Esta figura de 20 cm está fabricada en terracota, con el color azul cielo como principal protagonista. Una combinación muy interesante de materiales, con un diseño en el que los artesanos que la han fabricado han cuidado hasta el más mínimo detalle.
Ahora bien, ¿por qué comprar precisamente esta figura de Thai Buddha? ¿Por qué no cualquier otro modelo? Al igual que con los gatos de la felicidad, o los elefantes indios, cada figura tiene un significado; quien quiera atraer riqueza a su hogar buscará un Buda dorado, el que quiera una vida tranquila un Buda tumbado…
Pero tú lo que quieres es seguridad para ti y los tuyos. Quieres sentir que tu hogar está protegido, que nada malo os pasará una vez que salgáis por la puerta. ¿Estamos en lo correcto? Entonces, esta es la escultura de Thai Buddha que necesitas en tu casa.
La terracota, desde tiempos inmemoriales, es un material asociado con la protección y la seguridad. Además, el acabado en azul cielo, rojo y negro aportará un poco de color a tu hogar.
¿Dónde debes colocar esta figura para que disfrutar de su poder? En el recibidor, frente a la puerta de tu hogar. Para aumentar el efecto, según consultores expertos, el mueble debe medir unos 76 cm de alto, para que permita a Buda atraer la energía negativa y convertirla en positiva.
¿Estás listo para hacer tu compra?
No te equivoques; tener un Buda en casa no es sinónimo de venerar a esta deidad. Únicamente atraerás la energía positiva, asegurándote que sea un espacio protegido contra las envidias, la mala fortuna y, sobre todo, para sentiros protegidos.
¿Cómo puedes hacerte con esta preciosa figura de terracota de Thai Buddha a través de nuestra tienda online? Agrega el producto al carrito, sigue los pasos, ¡y en un par de minutos habrás hecho tu pedido! Tras recibirlo, te la enviaremos en un plazo de 24/48 horas.
Una vez que la pongas en casa, y te asegures que está mirando hacía la puerta, te sentirás más seguro cada vez que tú y los tuyos abandonéis el hogar. Y al volver del trabajo, sentirás un gran remanso de paz cada vez que mires la figura.
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